El 11 de febrero de 1977, la dictadura encabezada por Jorge Rafael Videla firmó el decreto 385/77, que anuló todas las afiliaciones sindicales en Argentina. Publicado el 17 de febrero, el decreto obligó a los trabajadores a reafiliarse en un plazo de 40 días, exponiéndose a represalias patronales y militares. Además, cortó las fuentes de financiamiento sindical y limitó la modalidad de cotización.
El proceso de reafiliación fue intimidante: debía hacerse ante escribanos o gerentes, bajo la mirada de los directivos de las empresas. En ese mismo contexto, el secretario general de Luz y Fuerza, Oscar Smith, fue secuestrado y desaparecido. Paralelamente, la dictadura promulgó la Ley de Entidades Financieras y una nueva Ley de Inversiones Extranjeras, que debilitaron la industria y promovieron la especulación financiera y la fuga de divisas.
En medio de la represión, los trabajadores argentinos decidieron reafiliarse, desafiando al régimen con coraje colectivo. La sorpresa fue que muchos sindicatos lograron retener a la mayoría de sus afiliados, e incluso algunos sumaron nuevos miembros. El reflejo defensivo frente al ataque dictatorial fue efectivo, dejando a los militares en silencio y forzando a los medios a cambiar de tema.
Este acto de valentía colectiva permitió recuperar la autoestima y reagrupar fuerzas frente a la dictadura, en un capítulo poco contado de la historia argentina.
Publicación original: https://cr-alfrente.org/1977-cuando-la-dictadura-militar-intento-dejar-sin-afiliados-a-los-sindicatos/