A través de un decreto, el gobierno prohibió los tratamientos hormonales y cirugías de cambio de sexo en menores de edad. Se jacta de cambiar por decreto una ley votada por el Congreso, la Ley de Identidad de Género del año 2012.
Los dichos del gobierno para dictar esta medida fueron, de mínima, tergiversaciones de la realidad. Entre otras cosas dijo: “Los niños no tienen la madurez cognitiva necesaria para tomar decisiones sobre procesos irreversibles que en muchos casos implican la mutilación de órganos saludables”. Y siguió: “En la provincia de Buenos Aires hay 240 centros de hormonización donde les amputan los genitales a las criaturas”. Sin embargo, los especialistas en el tema aseguran que no se realizaban cirugías de ese tipo a niños y niñas; y que la gran mayoría de los tratamientos hormonales (transitorios y reversibles) eran únicamente a partir de los 16 años. De hecho, la Ley de Identidad de Género establece los 18 años como la edad mínima para acceder de forma autónoma a las cirugías. Sin embargo, en el caso de las personas mayores de 16 años, la ley establecía una salvedad ya que a partir de esa edad –según la Convención sobre los Derechos del Niño y en la Ley 26.061– tienen la capacidad de decidir sobre ese tipo de cosas, así como acceder a métodos anticonceptivos, votar, etc. ¡Y el propio presidente el año pasado habilitó incluso a los mayores de 13 años a invertir en el mercado de capitales!
Desde nuestro punto de vista la relación entre el sexo biológico y el género existe una relación dialéctica y no se puede escindir uno del otro. Las modificaciones corporales son procesos muy complejos que requieren de un acompañamiento profesional. Por eso los especialistas en el tema afirman que así venía siendo y advierten que esta medida puede derivar en problemas de salud mental en adolescentes que ya estén en un proceso de transición de género, que aumenten los casos de depresión severa y los casos de suicidio, ya que el rechazo al propio cuerpo tiene impactos serios en esta población.
Por otra parte, esta modificación de esta ley además puede hacer crecer el mercado clandestino inseguro o aumento de lugares privados, que hacen negocio a costa de la salud, tal como de hecho existió mucho tiempo con el aborto. Si tanto le preocupa la intervención en salud de niños y niñas, el presidente podría preocuparse por las mujeres jóvenes que se operan las tetas por una cuestión estética impuesta socialmente. O sobre todo que preste atención a la comunidad intersexual que hace años denuncian las mutilaciones y operaciones que les hacen al nacer para que sus genitales “encajen” en un sexo u otro, ahí sí causando daños irreversibles. Dentro del Congreso de la Nación, la diputada Mónica Macha de Unión por la Patria, presidenta de la Comisión de Mujeres y Diversidad, propuso un objetivo legislativo: decretar nulos los decretos firmados por el presidente. También desde el Frente Orgullo y Lucha y diversas organizaciones se están acompañando a adolescentes trans a realizar amparos judiciales.
Publicación original: https://cr-alfrente.org/sobre-las-modificaciones-a-la-ley-de-identidad-de-genero/