Juan Grabois: «Que cada voto sea un grito de rebeldía»

Entrevistamos a Juan Grabois, precandidato a presidente en las PASO por Justa y Soberana en Unión por la Patria. 

Tu candidatura está teniendo más apoyo de los que algunos esperaban. ¿Qué está expresando este apoyo popular?

Primero que la gente no es tonta y no se subordina tan fácilmente, como otros piensan, a los acuerdos de cúpulas. Segundo que muchos de los que la queremos a Cristina no nos creemos ese subterfugio que, desde la conformidad y el conformismo a veces se adopta, de que esta fue una decisión de ella. Ésta fue una decisión impuesta por un sistema muy poderoso, impuesta por el proceso de lawfare en la Argentina y también por algunas facciones o gobernadores que defienden pequeños intereses y no los intereses patrios. Tercero, que representa una perspectiva de cambio profundo en la Argentina que hoy nos toca representar a Paula Abal Medina y a mí, pero que podría representar cualquier militante que no acepta como normal un país con un 60% de pobreza, un país que puede hacer un gasoducto en tiempo récord pero hace años que no le habilita el servicio de gas a ese 40% del pueblo argentino que no lo tiene, un país donde la tierra es para pocos, donde la gente que necesita un terreno no puede acceder para construirse su casa de a poquito, donde por lo menos la mitad de la fuerza laboral está precarizada al extremo, y la otra mitad con salarios que no corresponden y que solamente se explican por el deterioro en la distribución del ingreso de haber perdido el fifty fifty al que habíamos llegado. Y ese sector no se resigna.

Sabemos que hay una línea divisoria entre las propuestas que por lo menos respetan la dignidad del otro ser humano y lo que plantean los verdugos del 2001: Bullrich, Larreta, Gerardo Morales y que sabemos que por lo menos del punto de vista táctico tenemos que hacer ganar a Unión por la Patria. Aunque esa teoría del candidato más votado es un subterfugio barato para los que no quieren asumir la responsabilidad de sus propias opciones y que siempre se esconden atrás de supuestas decisiones de Cristina, que más que decisiones fueron imposiciones, como decía antes, de un sistema muy poderoso al que nosotros queremos combatir. Y que vamos a combatir.

¿Cómo llegamos a esta situación frente a un Juntos por el Cambio como lobo ya ni siquiera disfrazado con lo de Jujuy, con propuestas incluso fascistas, teniendo la posibilidad de volver a un gobierno por los votos?

Creo que el poder del sistema radica, entre otras cosas, en disciplinar a través de la demonización de los que planteamos propuestas humanistas, muy elementales, como la agenda de tierra techo y trabajo, como la recuperación de los recursos estratégicos, como la potenciación de una nueva industrialización, basada en las capacidades adquiridas por nuestros científicos y técnicos en campos tan complejos como la industria aeroespacial o la energía nuclear, y que esas propuestas o esos planteos o esas prácticas demonizadas, frente a una propaganda constante de opciones deshumanizantes como la candidatura de Milei, jalonaron a todo el sistema político hacia la derecha. Y que algunos se comieron de que en ese jalonamiento el sistema político implica un cambio de orientación de la sociedad y eso es una verdad a medias, o una media verdad, que son las peores de las mentiras. Y también es un poco la profecía autocumplida. Porque si los que defendemos la bandera del movimiento nacional popular latinoamericano de la lucha por la liberación y contra la dependencia empezamos a disfrazarnos de lo que no somos para ver si le gitaneamos algún voto al centro, terminamos en esa ancha avenida que en ancha porque es cómoda. Pero que no lleva a la segunda independencia, ni la igualdad, ni a la justicia, que es lo que define a un militante popular y patriota.

¿Por qué votar a Unión por la Patria con Grabois a presidente es lo mejor para enfrentar a Juntos por el Cambio?

Porque, como planteaba antes, lo fundamental es que el frente obtenga un volumen electoral contundente y los únicos que podemos aportar votos afuera de la pecera somos Paula y yo, y todos los compañeros que estamos en este proceso. Porque interpelamos al sector que está descontento y que sabe que si ganamos vamos a ser un gobierno jugado por el pueblo, pero que si perdemos vamos a poder condicionar al sistema político, vamos a poder condicionar el programa de Unión por la Patria y que cada voto que juntemos va a ser un grito de rebeldía, contra la resignación contra la injusticia y una posición de poder que vamos a utilizar, como hemos utilizado siempre las pequeñas herramientas que tuvimos para defender los intereses de las mayorías y los intereses nacionales y latinoamericanos.

¿Qué hay que hacer con el acuerdo del fondo por la deuda de Macri?

Fundamentalmente lo que hay que hacer es cancelarlo y plantear una posición soberana. Es decir, nuestro país fue víctima una estafa. La mayor parte de los fondos que recibió Macri fueron utilizados para la formación de activos en el exterior. Está probado, por la confesión de parte, que fue un préstamo político y por lo tanto la solución tiene que ser política. Tiene que haber una quita, tiene que haber una extensión de plazos del remanente que se usó para financiar el déficit que fue muy poquito. Y ninguna condición a nuestra macroeconomía, mucho menos si es inflacionaria y genera más sufrimiento para nuestro pueblo. Esto no solamente es necesario, sino que es posible. Si nosotros logramos unificar a todos los deudores estafados por el Fondo Monetario Internacional y podemos darle el golpe de gracia al sistema de Bretton Woods, que está absolutamente distorsionado, que está cuestionado internacionalmente, incluso por países de los llamados desarrollados y que tiene sometida a las economías más pobres a una constante supervisión de los tecnócratas de pensamiento neoliberal, que solamente generan mal desarrollo y sufrimiento para la gente. Así que nuestra decisión en ese sentido es confrontar firmemente con todas las posiciones pseudo posibilistas y pseudo realistas, para lograr que la Argentina se plante desde el derecho público internacional, desde la razón que la asiste y desde la defensa de sus propios intereses. Hay que sacar a esos negociadores blandos de traje y corbata que nunca en su vida tuvieron la presión de tener que negociar a favor de las mayorías populares. Nosotros sabemos negociar mucho mejor que ellos y estoy absolutamente convencido de que nosotros podemos traerle un triunfo en Argentina frente a sus enemigos.