
José de San Martín suele recordarse por sus hazañas militares. Sin dudas, el Cruce de los Andes y varias de las batallas independentistas que lideró fueron verdaderas epopeyas bélicas. Sin embargo, San Martín fue también un líder político de nuestra Independencia, con una gran claridad en el objetivo liberador y en la conciencia de que sin tomar determinadas decisiones políticas, la lucha en el terreno militar perdería fuerza y sentido. San Martín fue, por ejemplo, uno de los principales impulsores de la Declaración de Independencia del 9 de Julio de 1816.
Es fundamental comprender aquel contexto: San Martín era desde 1814 gobernador de Cuyo, desde donde preparaba el cruce a Chile. No obstante, en 1815, la situación internacional había virado notablemente. Tras la derrota de Napoleón, Fernando VII había recuperado el trono en España y había lanzado una contraofensiva para recuperar las ex colonias americanas. Bolívar fue entonces derrotado en Colombia y Venezuela; lo mismo que Morelos en México.
Los sectores más moderados de la revolución dudaban sobre las posibilidades de continuidad de la independencia. Otros, como Carlos María de Alvear, ya ofrecían al Río de la Plata como un protectorado británico. En ese marco, San Martín junto a Manuel Belgrano jugaron a fondo en el sentido contrario. La dificultad en el contexto internacional y regional exigía tomar decisiones más audaces para reafirmar el rumbo independentista. Era “la hora de los verdaderos patriotas”, como señaló San Martín en 1815. La declaración de Independencia era clave para cruzar los Andes con un respaldo político que señalara que no había vuelta atrás. Así se expresaba San Martín a uno de los delegados por Cuyo en el Congreso de Tucumán: “¿Hasta cuándo esperamos declarar nuestra independencia? ¿No le parece a usted una cosa bien ridícula acuñar moneda, tener el pabellón y cucarda nacional y por último hacer la guerra al soberano de quien en el día se cree dependemos? ¿Qué nos falta más que decirlo?”
De este modo, se llegó a la declaración realizada el 9 de Julio que proclamaba “que es voluntad unánime e indubitable de estas provincias romper los violentos vínculos que las ligaban a los reyes de España, recuperar los derechos de que fueron despojadas, e investirse del alto carácter de una nación libre e independiente del rey Fernando VII, sus sucesores y metrópoli”. Por la insistencia de algunos diputados, el día 19 se le agregó: “y de toda otra dominación extranjera”, para dejar en claro que no se quería cambiar un amo por otro.
Retomando la famosa cita de Carl Von Clausewitz, referida por Lenin en El Estado y la Revolución: “La guerra es la continuación de la política por otros medios”. Es decir, el plano político y el plano militar en realidad forman parte de una misma esfera, vinculada a la lucha por el poder. En este caso, a quién iba a ejercer el gobierno sobre los territorios de lo que luego sería la República Argentina. La voluntad independentista de San Martín fue clave en esa disputa y una parte central de su accionar, junto a sus resonantes triunfos en el campo de batalla.
Publicación original: https://cr-alfrente.org/el-rol-politico-de-san-martin-en-nuestra-independencia/