El desarrollo de la Central Nuclear de Potencia de desarrollo nacional para la generación eléctrica (proyecto CAREM) está siendo brutalmente desfinanciado por el gobierno y ya han paralizado las obras civiles para su construcción. Para intentar justificar su paralización, comenzaron todo un proceso de revisión técnica pero, por el contrario, estas pruebas han demostrado los buenos rendimientos del proyecto en este último tiempo y su solidez técnica. Este desarrollo podría darle a Argentina grandes ventajas energéticas; pero el gobierno sacó de su diccionario las palabras “soberanía” y “tecnología nacional”. Junto con esto el gobierno decidió retirarse de participar en la 30º Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP29), en la cual la Argentina es un referente con el proyecto CAREM y donde el desarrollo nuclear se presenta como motor necesario para la transición hacia energías limpias para bajar las emisiones de gases de efecto invernadero.
Por otra parte, el gobierno desembarcó en NASA y Dioxitek con personas ligadas a Santiago Caputo con el objetivo de privatizarlas. Nucleoeléctrica Argentina S.A. (NASA) es la empresa que opera las tres centrales nucleares que aportan hasta el 11% de la generacion eléctrica de consumo general en el país. Dioxitek garantiza hoy el suministro del dióxido de uranio necesario para el combustible de las centrales nucleares argentinas. En esta empresa han avanzado con el despido de Matheo Cabrera, quien había ingresado por el cupo laboral trans, y hay rumores de más despidos. En el mismo sentido privatizador se ha dado también el cambio de la figura legal de INVAP desde Sociedad del Estado a Sociedad Anónima, mediante el Mega DNU 70/2023. Lo mismo podría pasar con la empresa ENSI S.E., que es la empresa estatal que opera la Planta Industrial de Agua Pesada de la CNEA (PIAP): otro insumo fundamental para la operación de las centrales nucleares argentinas.
Todo esto se da junto con la brutal pérdida salarial de los trabajadores de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA). Desde diciembre de 2023 hasta julio de 2024, con una inflación acumulada del 135%, los salarios apenas habían subido un 73%. Semejante recorte salarial está promoviendo un éxodo de muchos técnicos y profesionales altamente calificados y formados durante varios años, cómo en el proyecto CAREM y otros proyectos estratégicos de la CNEA, que se ven forzados a renunciar para buscar mejores salarios.
Esta expulsión silenciosa del personal no es algo novedoso. Ya lo vivimos en la CNEA en el gobierno de Macri, donde redujeron un 20% la planta de personal con este mecanismo, y es algo que este gobierno de Milei también promueve para facilitar su plan entreguista. De acá a fin de año estará también la cuestión de la renovación de los contratos de los trabajadores que vencen a fin de año.
El proyecto de ley de Presupuesto 2025 propuesto por el gobierno de Milei ratifica la intención de ajuste y desfinanciamiento del sector nuclear y los proyectos estratégicos de la CNEA. Pero todo esto podría verse más agravado aún si finalmente no se aprueba en el Congreso y se establece para el 2025 una nueva prórroga del Presupuesto 2023, dejando partidas insignificantes y pasando a manejarse con mayor discrecionalidad en la asignación presupuestaria. Esto afecta a todos los proyectos estratégicos de CNEA, al CAREM, al RA-10, a la PIAP, a los proyectos de medicina nuclear y a todo sector nuclear.
Publicación original: https://cr-alfrente.org/desfinanciamiento-y-planes-de-privatizaciones-en-el-sector-nuclear/