Veto y palo a jubilados, “platota” a agroexportadores

El reclamo persistente de los y las jubiladas al gobierno deja expuesta la crueldad del gobierno contra quienes trabajaron toda su vida. La jubilación no es un mero programa social: es un salario diferido por el cual han trabajado y aportado. Pero el gobierno vetó, por segunda vez, la exigua recomposición que sancionó el Congreso, además de ya haberles recortado salvajemente el programa de remedios gratuitos. Eso sí, para los agroexportadores y para bajar el impuesto a Bienes Personales puede operar como “degenerado fiscal” y bajarles las retenciones.

El aumento del 7,2% a los jubilados costaría apenas un 0,2% del PBI este año y un 0,4% anualizado. El aumento al bono –congelado con el gobierno mileísta– significa otro 0,1% hacia fin de año y 0,4% anualizado (según la Oficina del Presupuesto del Congreso). Con esto, la jubilación mínima con bono pasaría de 379 mil pesos a 441 mil pesos. Sigue siendo una miseria.

Además, el Congreso también sancionó la moratoria previsional –que implicaría otro 0,2% del PBI anualizado– y la ley de emergencia en discapacidad –que significaría un 0,5% del PBI anualizado–. Todo esto suma un 1,5% anualizado.

Milei vetó estas leyes y, mientras tanto, sigue otorgando beneficios fiscales. El último caso es la baja de retenciones a los agroexportadores, que tiene un costo fiscal del 0,2% y ni siquiera llega a compensar la gran desventaja macroeconómica que tienen los productores agropecuarios debido al tipo de regulación cambiaria de Caputo-Milei. Debe contabilizarse también las exenciones impositivas para favorecer el blanqueo, equivalentes a un 0,3% del PBI; la eliminación del impuesto país, 1,2% del PBI; por reducción de Bienes Personales, 0,5%… Podemos sumar además la quita de aranceles a las importaciones y promociones fiscales que beneficia por ejemplo a Mercadolibre. Pero más importante aún son las cifras siderales garantizadas a la bicicleta financiera y el carry trade de Caputo a los buitres financieros. El Estado nacional viene pagando el equivalente al 1,5% del PBI en intereses de deuda.

En definitiva, el problema no es que “no hay plata”, sino que la política del gobierno la destina a garantizar las ganancias de monopolios, bancos y fondos financieros parasitarios. Mientras tanto: ajuste salvaje para los trabajadores y el pueblo que produce.


Publicación original: https://cr-alfrente.org/veto-y-palo-a-jubilados-platota-a-agroexportadores/