La escena se viralizó y dejó un mensaje certero. “Nos gobierna el tipo más cruel de la historia que prefiere pagar un operativo policial que las terapias de mi hijo”, expresó Mariel, la madre de un niño autista entrevistada por LN+ en la Plaza del Congreso mientras la Gendarmería los empujaba. Durante la entrevista Mariel denunció que la escuela especial de su hijo está por cerrar (ver video completo arriba). La escena concluyó con otra frase contundente: “Que me vengan a pegar, no me importa. Voy a defender acá los derechos de mi hijo. Todos importamos. No solamente la gente que tiene plata.”
Salvo para Milei y su gobierno, es muy difícil no empatizar con una madre dolida y enojada. Si una sociedad no puede atender a los niños más vulnerables, ¿qué la mancomuna?
El desprecio de Milei a la solidaridad y a los derechos sociales es más que una simple justificación para la motosierra. En realidad, cuestiona que la propia sociedad tenga un sentido como “colectivo” (que tiene intereses comunes). Siguiendo la frase de su ídola Margaret Tatcher: “La sociedad no existe, sólo existen individuos”. Según esto, los problemas de los niños los debe resolver cada familia, como ya expresaron la ministra de Capital (in)Humano e incluso el director de la Agencia Nacional de Discapacidad, Diego Spagnuolo. Este funcionario que vive con nuestros impuestos había afirmado: “si tuviste un hijo con discapacidad, es problema de la familia, no del Estado”.
Entonces, la función del Estado se reduciría a garantizar el “orden”. Parte de la ideología liberal del siglo 19 le asignaba a la policía el rol de garantizar la propiedad privada (de los ricos) y reprimir la “envidia” o el “resentimiento” (de los pobres). Dicho de otro modo, esto significa que los más perjudicados se banquen el lugar que les tocó, ya sea por pobre o por autista.
Publicación original: https://cr-alfrente.org/nos-gobierna-el-tipo-mas-cruel-de-la-historia/