Es difícil encontrar palabras para describir la barbarie, el sadismo, la crueldad, lo inhumano de las acciones de Israel que avanzan en el exterminio del pueblo palestino. El genocidio del gobierno de Israel sobre el pueblo palestino entró en una segunda fase. Con la ruptura el 18 de marzo de la tregua con la milicia palestina Hamas, iniciada un día antes de la asunción de Donald Trump como presidente de EEUU, se reanudaron los bombardeos en Gaza y los palestinos asesinados ya superan los 53 mil, además de 100 mil desaparecidos. Junto al bloqueo de la ayuda humanitaria internacional, sumergen a los palestinos en la hambruna. Según la agencia de la ONU para la niñez, Unicef, más de 50 mil chicos palestinos ya murieron o resultaron heridos por ataques israelíes.
Los anuncios en febrero de Trump junto al primer ministro israelí Netanyahu para ocupar Gaza y transformarla en un lugar turístico, desplazando forzosamente a los palestinos hacia otros países, habían dejado la incógnita de cómo llevarían a cabo la barbarie del segundo éxodo forzoso palestino. El primero –conocido como la Nakba (la catástrofe)– se dio en mayo de 1948, tras la fundación del estado de Israel y la guerra árabe-israelí.
En los dos meses de tregua y mientras se pronunciaban los países árabes contra el éxodo forzoso, se produjo el intercambio de prisioneros: 33 israelíes fueron devueltos a cambio de la liberación de casi 1800 palestinos. Aún quedan 59 prisioneros israelíes en manos de Hamas aunque se cree que varios están muertos, y no se saben cuántos palestinos quedan aún en manos de Israel.
Antes de romper la tregua, el 2 de marzo Israel bloqueó todo ingreso a Gaza de ayuda humanitaria de alimentos, agua y medicamentos a través de la ONU y ONG’s con el argumento que estaban cayendo en manos de Hamas. Tras 80 días de bloqueo absoluto, Israel inició la distribución de ayuda a través de la oscura y desconocida Fundación Humanitaria de Gaza (FHG). Medios israelíes y estadounidenses denunciaron que hay funcionarios de Defensa e Inteligencia, así como hombres de negocios de EEUU que trabajaron estrechamente con Israel cuando se gestó la idea y que fue creada por Netanyahu en un proceso secreto. El propio director ejecutivo de FHG, Jake Wood, un veterano de los marines estadounidenses, renunció a su cargo antes de que comenzara la entrega de ayuda denunciando que no le dejaban realmente basarse en “los principios humanitarios de humanidad, neutralidad, imparcialidad e independencia”.

Todo el dispositivo de reparto de asistencia a través de la FHG se utiliza para diseñar y llevar adelante sin testigos de la ONU ni ONG’s las atrocidades planificadas que llegan hasta lanzar drones que emiten sonidos de bebes llorando y cuando salen las familias a buscar los supuestos niños, los drones les disparan y los masacra. Hace unos días una joven palestina influencer que difundía lo que pasa en Gaza por videos de TikTok fue asesinada de un tiro en la cabeza por un francotirador de las FDI (fuerzas armadas de Israel).
Esta iniciativa israelí también funciona como cortina de humo frente a la creciente oposición local e internacional. Encuestas en Israel señalan que entre el 60% y 70% de la población quiere que la guerra se termine y considera que fue un fracaso la política de masacrar palestinos para recuperar prisioneros. El 21 de mayo una delegación diplomática de 24 naciones fue corrida a balazos por el ejército israelí en Yenín, Cisjordania. China, que desde hace meses exige una salida pacífica para Gaza, reclamó de inmediato una investigación. Reaccionaron también el Reino Unido, que suspendió las negociaciones comerciales con Israel, y el nuevo papa León XIV, quien reiteró su «llamamiento para que se permita la entrada de digna ayuda humanitaria y se ponga fin a las hostilidades, cuyo precio desgarrador lo pagan los niños, los ancianos y los enfermos». Los gobiernos de Brasil, Chile y Colombia se sumaron a la ola de acciones diplomáticas que buscan poner presión sobre Israel para que, como mínimo, permita el libre ingreso de ayuda humanitaria a Gaza. Brasil está buscando crear una coalición a favor de Palestina. España e Irlanda reconocieron formalmente un Estado palestino. En EEUU la detención de Mahmud Jalil, Rumeysa Ozturk, Badar Jan Suri y otros marcó para muchos un punto de inflexión para reactivar el movimiento pro-Palestina y enfrentar la implacable represión del presidente Donald Trump.
Las masivas y constantes matanzas de mujeres, hombres y niños palestinos, la destrucción total de hospitales y escuelas, el bloqueo a la entrada de alimentos, vacunas y agua potable son mucho más que consecuencias de una guerra. El desplazamiento masivo en Gaza no es fortuito. Es estratégico. Fragmenta la sociedad palestina y crea un vacío territorial más fácil de controlar para las fuerzas israelíes. El método brutal no es aleatorio, es planificado: mapas de evacuación actualizados cada hora y cuotas de calorías calculadas al gramo, muestran que estas acciones son parte de la política genocida planificada para lograr el exterminio y el desplazamiento de dos millones de palestinos y colonizar con israelíes armados el territorio gazatí.
La oposición al genocidio en el propio Israel y en el mundo va tomando fuerza. El 15 de mayo, al cumplirse 77 años del Nakba, se levantó la bandera palestina en las calles de todo el mundo. Y el próximo domingo 15 de junio se volverá a hacer para decir en un solo grito:
- No al genocidio palestino
- No al éxodo forzoso
- Reconocimiento inmediato de un Estado Palestino
- Ingreso inmediato de ayuda humanitaria a Gaza de todo el mundo

Publicación original: https://cr-alfrente.org/israel-continua-el-genocidio-y-el-desplazamiento-forzoso-palestino/